Desde peluquería canina por los pelos sabemos que llevar a nuestro perro al parque nos encanta, ya que tanto deben disfrutar en sus paseos con su correa como cuando llevamos a nuestro perro al parque donde lo podamos soltar para que jueguen con otros perros.
Es un rato donde nuestro peludo puede sociabilizar y correr libremente.
Pero como no todos los perros son iguales, suelto en un parque puede aprender malas costumbres de otros perros y también se puede involucrar en peleas.
Nosotros como responsables de nuestra mascota, tenemos que saber como actuar en distintas situaciones.
Antes de llevar a nuestro perro al parque debemos estar seguros al cien por cien, de que podremos controlarlo si lo soltamos y lo dejamos correr libremente.
Tenemos que saber que no se escapará, que vendrá cuando lo llamemos y que no será agresivo con otros perros, ni con las personas.
Quizás nos pueda parecer raro, pero soltar a nuestro perro, nada más llegar al parque, donde ya hay perros sueltos, y el nuestro ha pasado muchas horas en casa, no es una buena idea.
El perro puede ser que esté muy excitado y la irrupción muy brusca en un grupo de perros, puede ser problemático, y puede desembocar en una pelea.
Por esto lo mejor es dar un paseo largo antes de llevar a nuestro perro al parque, para que nuestro amigo ya haya quemado energía y llegue al parque tranquilo y relajado.
Al igual que a nosotros no nos gusta estar con personas maleducadas y sin modales, con nuestros perros pasa lo mismo. Ellos tienen un protocolo para presentarse y relacionarse entre sí.
Si uno de ellos no respeta estas costumbres, los otros pueden malinterpretarlo como una grosería y puede producirse una pelea.
Si vemos que nuestro perro u otro que esté en el parque no para de incordiar, ladrar y de acercarse muy bruscamente a otro perro, debemos detectar el mal comportamiento enseguida.
En ese caso lo mejor será irse del parque, para que no se produzcan situaciones que podemos lamentar.
Un error muy común es permitir que un perro atado juegue con otro suelto, algunos propietarios tienen miedo que su perro se escape, entonces no lo sueltan.
No es aconsejable que se relacionen un perro suelto y uno atado, un perro atado se siente inseguro porque no se puede escapar, y esto puede generar una pelea, con el perro que está suelto.
Además las correas extensibles son peligrosas porque si la situación se descontrola pueden resultar heridos los perros y los dueños.
Algo que no se debe hacer NUNCA, es llevar una perra en celo a un parque lleno de perros sueltos.
Al llegar una hembra en celo, se descontrolan los perros machos que están jugando y se pueden producir grandes peleas.
Las perras en celo no pueden ir bajo ningún concepto a los parques.
Nuestra mascota tiene que responder siempre a nuestra llamada y tienen que dejar de hacer lo que esté haciendo, para hacernos caso y venir junto a nosotros.
Si el perro está jugando u olfateando y no nos hace caso entonces la mejor situación es no soltarlo, porque si no nos obedece se puede descontrolar y meterse en situaciones complicadas.
Es normal que los perros se inciten a jugar unos a otros, pero debemos estar atentos si vemos que uno está incordiando mucho a otro y lo está molestando, esa frase tan conocida de dejar que ellos se arreglen solos, es un error, porque si bien los caninos saben relacionarse entre ellos, no todos se comportan de la misma manera y se puede desencadenar una pelea.
Si bien la mayoría de los perros grandes tratan con delicadeza a los más pequeños, debemos tener en cuenta que un perro puede ser hasta 15 veces más grande que uno de raza muy pequeña y cualquier golpe, o caída producida por un juego, puede resultar muy grave para un perrito de raza mini.
Cuando llevamos a nuestro perro al parque tenemos que vigilarlo todo el tiempo como si fuésemos con un niño, no se les puede perder de vista ni un momento.
Es muy común ver a los dueños desentenderse de sus perros en el parque y charlar con otros propietarios o entretenerse con el móvil.
De esta manera no tienen idea donde está su perro, no recogen las cacas y no se dan cuenta si los peludos se meten en peleas con otros perros, o si se ha alejado demasiado y corre riesgo de perderse.
Seamos dueños responsables, cuando llevamos a nuestro amigo de cuatro patas al parque, es para disfrutar y para pasar un rato placentero, si sabemos controlarlo y estamos pendientes de nuestro perro, la salida será divertida y relajante para ambos.